El acoso escolar o bullying, es uno de los problemas más comunes que deben enfrentar los adolescentes. Es una violencia silenciada, repetitiva, de larga duración y muchas veces tolerada por varios testigos.
Aunque a menudo suele ser visto como algo normal e inofensivo, el acoso escolar puede acarrear serias consecuencias para la salud física y mental de las víctimas.
Entonces, ¿cómo tratar el bullying en adolescentes?
La mejor prevención contra el acoso escolar o bullying es educar a nuestros hijos en el respeto. Y debemos hacerlo desde que son pequeños.
A veces los padres toleramos ciertas dinámicas que no deberíamos aceptar. Debemos marcar los límites desde bien pequeños para que los niños y niñas sepan qué está bien y qué no. El respeto significa aceptar y no discriminar a los demás.
¿Cuántas veces hemos estado en una fiesta de cumpleaños o en el parque y hemos visto como un niño excluye a otro de participar en un juego? ¿Cuántos padres o madres han recriminado esta acción? Pocos. La mayoría dirá que es una cosa de niños, pero es importante frenar este tipo de conductas desde bien pequeños para evitar la exclusión.
Y cuando son mayores seguir educando en esta línea. Enseñar que no está bien reírse de los demás, que hay que ayudar a los compañeros cuando nos necesitan, y que hay que tratar a los demás como nos gusta que nos traten a nosotros.
Educar en que todos somos diferentes e igual de importantes, y que no hay que burlarse de las debilidades de los demás. Por eso, una buena solución para prevenir el bullying en las aulas es fomentar el trabajo en grupos cooperativos, y organizar los grupos de modo heterogéneo y diverso.
Para prevenir es muy importante conocer y saber cómo tratar el bullying en adolescentes, dentro del aula y en casa. La mejor arma para luchar contra el acoso escolar o bullying es potenciar la autoestima.
Por eso es fundamental animar a nuestros hijos en aquello que se les da bien e impulsar el pensamiento orientado a buscar soluciones, en vez de solucionarles nosotros todas las situaciones. Si les delegamos responsabilidades, les estamos demostrando que confiamos en ellos, y que son capaces de valerse por sí solos.
Además, trabajar las habilidades comunicativas para que puedan ser asertivos, aprendiendo a manifestar de forma clara, franca y respetuosa las propias opiniones, emociones y creencias, y a respetar la de los demás. Que aprendan a decir NO, a defenderse sin violencia, pero con convicción.
Por otro lado, los profesores, tutores y padres de los adolescentes deben llevar a cabo medidas que impidan la aparición de nuevos casos de bullying, tratar de reconocer una serie de indicadores y comportamientos que pueden llevar a la sospecha de un posible riesgo de maltrato.
Para conseguirlo deben identificar los factores de riesgo que los generan y actuar sobre ellos. Pueden realizar acciones como campañas de sensibilización sobre el maltrato infantil, talleres formativos para explicar a los padres los modelos educativos adecuados, etc.
Es decir, actuaciones que dificulten que el maltrato se siga produciendo y que el adolescente tenga mayores problemas. En este sentido, es necesario que exista una relación de comunicación fluida entre las familias y el profesorado del centro.
Además, los profesores deben aumentar la vigilancia a la entrada y a la salida del colegio, así como en los lugares donde es frecuente que se produzca el acoso. Siempre se debe alentar a los adolescentes a que denuncien cualquier situación que consideren injusta.
Cómo saber si su hijo/a sufre bullying?
Un niño que es víctima de bullying generalmente no revelará su situación ante los padres o familiares cercanos, sin embargo existen una serie de señales que pueden ayudar a los adultos a detectar el acoso.
Algunas de ellas son:
Cómo prevenir el bullying?
La familia es el agente implicado más importante y el primer entorno en el que el niño conforma su personalidad mediante normas de conducta que usará para la convivencia social. Es importante trabajar desde la apertura a la diversidad y que niños y niñas aprendan a relacionarse desde la no discriminación.
Recuerda que los adolescentes antes eran niños que han crecido tomando nuestro ejemplo y aprendiendo a relacionarse fijándose en nosotros, así que evitemos comportarnos socialmente de manera agresiva siempre.
Creando un clima de confianza y comunicación. Los padres debemos trasmitir a los hijos que siempre pueden contar con nosotros. No obstante, debido a la tendencia a la ocultación de la propia víctima de bullying, hay que mantenerse atentos a las conductas o actitudes de nuestros hijos con respecto a su entorno escolar.
Cómo actuar si nuestro hijo es una víctima de bullying?
Si descubrimos que nuestro hijo sufre acoso escolar, debemos mantener la calma y hablar con él sin interrumpirlo.
Es importante hacerle ver que él no es el culpable de la situación de bullying. Ante todo, es importante tomarnos sus temores en serio y no ningunearlos o catalogarlos como «cosas de adolescentes».
Dependiendo del grado de ansiedad y de miedo que detectemos, debemos pensar en buscar algún tipo de apoyo psicológico para ayudarle a superar la situación de acoso escolar.
Por ello, si eres padre recuerda:
La intervención en el bullying no puede asumirse sólo por los familiares también es responsabilidad de los centros educativos. Es necesaria una visión ecológica y un compromiso amplio y unánime de los diversos agentes sociales.
Esto puede llevarse a cabo a través de programas pensados para las familias que impliquen al profesorado y a otros agentes sociales de los recursos comunitarios como los servicios sociales, de salud, de ocio y tiempo libre, así como los recursos especializados en menores.
Ponerse en contacto con el colegio es lo primordial. Se puede concertar una cita con el tutor del niño o con otros responsables del centro para hacerles conscientes de la situación, de forma que se pueda poner alguna solución al problema. Si el colegio no sabe cómo actuar o se niega a tomar parte, se puede denunciar el acoso en cualquier comisaría de policía o un inspector de Educación.
Se trata de lograr, mediante distintos medios, que el trabajo que se está llevando a cabo en los centros pueda tener mayor continuidad, apoyo, formación, convergencia de mensajes y contenidos educativos.
Prevenir el bullying está en manos de todos y cada uno de nosotros. Nosotras queremos apoyarte y acompañarte en este proceso.
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