Blanca Cuñat Bernal, psicóloga general sanitaria y neuropsicóloga, especialista en jóvenes y adultos, acaba de incorporarse al centro de psicología y desarrollo personal de Sueca. Nos alegramos de que formes parte de nuestro equipo y camines con nosotras. ! Bienvenida Blanca ¡ . Compartimos interesante post escrito por Blanca Cuñat. Gracias.

Me pregunto acerca de vuestras inquietudes, dudas y temores. Aprendo de vosotros/as en cada sesión. Sin juzgar escucho vuestros testimonios e intento desde ese lugar facilitaros mi experiencia, asesoramiento y ayuda que os permita vislumbrar un camino alternativo de mejora y de esperanza, camino atenuante del dolor emocional.

Hace ya muchos años que el hablar de sexo no es tabú. El sexo es una manera natural de vincularnos al otro/a, de comunicarnos, de expresarnos, acto de cúmulo de sensaciones. En la conducta sexual intervienen mecanismos complejos a nivel cerebral, siendo protagonista el famoso circuito de recompensa, responsable de la sensación máxima de placer y disfrute. La tan nombrada cascada de dopamina, desplegada en el conjunto de conductas sexuales, es responsable entre otros neurotransmisores, de experimentar esa sensación de euforia. A su vez, las caricias, las manos del otro/a sobre mi piel, estimulan la secreción de oxitocina, hormona vinculada al enamoramiento, a la calma y al apego.

¿Qué representa mi cuerpo durante esta interacción con el otro? Mi cuerpo totalmente desnudo desvela mi intimidad máxima, lo escondido, lo no visto por la mayoría, mi espacio único no compartido excepto por aquellos/as que elijo en circunstancias particulares. En mi día a día, a todas horas, no me muestro totalmente desnudo/a.

Mi cuerpo no es un objeto separado de mi ser, forma parte de mi particularidad, forma parte de mi personalidad, mi cuerpo estructura mi yo más profundo.

Yo me defino con mi cuerpo y sus acciones, con mis sensaciones percibidas a través de él, y con mis pensamientos, creencias y valores.

Mi cuerpo tiene vida. Mi cuerpo no es un objeto. Mi cuerpo no está disociado de mi mente, mi cuerpo se mueve acorde a mi mente, mi mente me habla acorde a lo que siente mi cuerpo. Binomio inseparable que me hace único/a, singular.

Lo que percibe mi cuerpo, lo que experimenta mi cuerpo permanece en él; huella delatora de lo bueno y de lo malo, de lo cotidiano y de lo excepcional.

Pregúntate si quieres tratar a tu cuerpo como un objeto, pregúntate si quieres tratarte como a un objeto.

Pregúntate si quieres no desligarte del cuerpo, si tu cuerpo es preciado, si tu cuerpo es sólo tuyo y merece ser tratado con respeto. Si sólo decides tú, quien toca tu cuerpo.

Desde aquí, manifiesto las distintas formas de expresarnos en el sexo y de actuar con nuestro cuerpo, con más o menos intensidad de sentimiento, pero siempre desde el consentimiento y el respeto de la voluntad de los/as participantes. Ante todo, escuchándote a ti mismo/a; ante todo, valorando tu cuerpo.

TE INVITO A PARTICIPAR EN EL SEMÁFORO DEL SEXO: Sólo tus respuestas te ayudarán a darte cuenta si estás haciendo lo que deseas, o bien necesitas un cambio.

“La manera cómo expreso mi conducta sexual en la interacción con el otro/a, me hace sentir…………………………”: (en rojo, en ámbar o en verde)

Semáforo rojo: No me siento bien conmigo mismo/a, me siento presionado/a a actuar de una determinada forma y eso no me da tranquilidad.  No siento placer alguno. Siento que me estoy dañando y/o puedo estar dañando al otro/a.  No me atrevo a actuar de otra forma. No doy valor a mi cuerpo. No doy valor al cuerpo del otro/a. Necesito un cambio: Buscar alternativas a esas conductas.

Semáforo ámbar: Me da igual, ni siento placer ni estoy a disgusto. Me es indiferente. No siento nada. Es algo mecánico. No sé muy bien lo que representa mi cuerpo. No sé muy bien lo que deseo: Valorar cambio y búsqueda de asesoramiento.

Semáforo verde: Me siento muy satisfecho/a con mi conducta sexual. Es muy satisfactoria. Hago lo que deseo y no daño a nadie. Soy respetuoso/a conmigo mismo/a y con los deseos del otro/a. Valoro mi cuerpo. Valoro el cuerpo del otro/a. Estoy tranquilo: No procede el cambio.