El neurobiólogo Antonio Damasio, nos dice que en todas las decisiones participa nuestro lado emocional y nuestros sentimientos, las decisiones no solo se toman de manera racional. Los elementos emocionales por muy sutiles que sean, nos ayudan a tomar buenas decisiones. En ocasiones, las emociones pueden perjudicarnos cuando no están relacionadas con la tarea o cuando nos encontramos bajo un estado emocional intenso y perturbador ya sea enfado, tristeza, rabia etc. Nos conviene esperar hasta encontrarnos en un estado de ánimo más estable, hasta que tengamos claridad.

La mayoría de las decisiones tienen una parte de incertidumbre y las más complejas y transcendentes, no están exentas de riesgo, no existe el riesgo cero y el miedo a equivocarnos nos acompaña durante un tiempo hasta poder comprobar si lo que hemos decidido ha sido acertado.

A veces no sentimos la seguridad ni el coraje suficiente para tomar una decisión, ¿me cambio de trabajo?, ¿me separo? , ¿me cambio de casa? , ¿ me caso ?, ¿ tengo hijos ahora que puedo ?, etc. A veces, me siento bloqueado/a, me instalo en la duda, en la parálisis y me quedo ahí, en el » NO SÉ» .

Nosotras podemos explorar y acompañarte en este camino hasta que veas claro lo que quieres hacer y que vas a necesitar para poder abordar, afrontar las decisiones que tu elijas.

Las emociones son los latidos que trazan nuestros caminos.