La adolescencia es una etapa de adaptación tanto para el propio joven como para sus padres. Una fase de su vida en la que se definen muchos aspectos de su identidad y personalidad y que puede ser complicada para ambos.

La aceptación y la adaptación al nuevo cuerpo tienen una notable incidencia en las emociones de los adolescentes. Su autoestima, sobre todo ahora en la era de redes sociales en la que vivimos va ligada a su aspecto físico y su imagen corporal.

A juicio del adulto puede parecer una simple tontería, pero para ellos tiene una repercusión e importancia mucho mayor de la que a los padres les gustaría.

Los adolescentes sufren inestabilidad emocional, en muchas ocasiones un aumento de la irritabilidad y sensación de no ser comprendidos por sus padres. Pero todas estas actitudes y comportamientos son completamente normales dentro de este periodo de la adolescencia y debe de ser el propio adolescente el que a través de la inteligencia emocional, consiga dominarlas a través de su proceso evolutivo y de experiencias.

Aunque en alguno casos puede ser necesaria la intervención de un profesional que ayude al joven en este camino, en la mayoría de los casos el adolescente necesita un acompañamiento, entendimiento y mucha comunicación por parte de sus padres (en ocasiones resultará un reto imposible) para ayudarle en ese aprendizaje.

Los adolescentes parecen inaccesibles pero necesitan sentir a los padres cerca sin juzgarles, dando alternativas, soluciones, ilusión y tranquilidad sin soltarles de la mano. Las cosas puede que no vayan bien, que se compliquen, que no se entiendan para un padre pero nunca olvidemos que sentirse querido, aunque todo se vuelva gris, ayuda.

En definitiva, si nos ponemos en su lugar, les damos sus tiempos para que se expresen y cuenten con nosotros, a la vez que contamos con ellos, facilitamos la comunicación con afecto y firmeza cuando es necesario, les damos su lugar en la familia y les hacemos sentir entendidos y así puede que esta etapa de transición sea más fácil tanto para padres como para los adolescentes.

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