Una de las principales fuentes de malestar psicológico son los “asuntos inconclusos “. Me refiero a los sentimientos o emociones no resueltas o inexpresadas, a las situaciones del pasado que no han tenido una resolución o conclusión satisfactoria. Aparecen cuando una persona se siente dolida, enojada, o re-resentida hacia otra y no encuentra la forma de resolver estos sentimientos. (C. Castanedo 2003).

Algunas manifestaciones de situaciones inconclusas son el resentimiento o la rabia no expresada a la familia, pareja, amigos o cualquier otra persona significativa. No siempre podemos o nos atrevemos a expresar nuestros sentimientos en el momento. Otras veces, nuestra respuesta emocional responde a la adaptación de nuestras circunstancias.

En ocasiones, seguimos pensando en ellas y le damos vueltas, incluso, a veces, nos bloquean para vivir experiencias nuevas sino colapsan nuestro funcionamiento interno. Y si las intentamos apartar de nuestra mente, entonces se produce el efecto rebote, se hacen más presentes, buscando alguna grieta por donde salir. A veces, un dolor de cabeza, un nudo en el estómago son el resultado de la tensión que soporta mi ser por mantener mis sentimientos reprimidos ocultos.

Cuando las personas no actuamos para hacer un cierre, cuando no podemos olvidar o aceptar las situaciones que han ocurrido en el pasado y nos siguen haciendo daño, nos resulta complejo vivir de manera sana y enérgica. Es como una mochila pesada que   cargamos y de la que no somos conscientes del tiempo que la llevamos arrastrando hasta que un día, por fin, nos duele la espalda. ! Bendito dolor de espalda, es una revelación! . Quizás y a partir de este malestar, nos planteemos retornar a aquellas situaciones del pasado pendientes de cerrar para conseguir un mayor equilibrio emocional. 

Algunos ejemplos de asuntos inconclusos, despedidas pendientes, inexpresión de mis necesidades y sentimientos, ceder a peticiones compartidas, duelos, traumas etc.

¿Y tú mochila, como la llevas de cargada?, ¿ Necesitas aligerar el peso ?

Cualquier situación o vivencia tiende a su resolución. Así las situaciones que no tenemos satisfechas se presentan una y otra vez para ser concluidas.