
ESCENAS TEMIDAS ; HERIDAS DEL PASADO QUE DUELEN HOY
24 junio, 2022
! NOS HEMOS MUDADO PARA SEGUIR CRECIENDO !
4 agosto, 2022Muchas de las personas que me encuentro en consulta, más que estar solas, se sienten solas a pesar de estar rodeados de familiares y amigos. Intimar puede ser el eslabón perdido, el ausente de una relación abierta y auténtica.
Intimar no es fácil, de hecho es un acto de valentía porque significa compartir con el otro mi privacidad, mis luces y mis sombras con sus heridas y experiencias.
El deseo y el miedo a la intimidad compiten en nuestro interior generando a menudo dificultades importantes en nuestras vidas: fingimos, nos aislamos, nos anestesiamos para no sentir, agredimos, complacemos, nos ponemos por encima o por debajo, abandonamos la relación y en ocasiones, nos encerramos en nosotros mismos para no sentir el rechazo ni el juicio.
Compartir nuestra intimidad puede ser arriesgado, de hecho, solemos hacerlo en relaciones de seguridad donde el apoyo y la comprensión están garantizados. En caso contrario, es decir, cuando no disponemos de apoyos reales, nos refugiamos en nosotros mismos y nos alejamos de la posibilidad de que nos hieran. Renunciar a la intimidad para que no nos hagan daño es renunciar también a la posibilidad de construir nuevas relaciones, sanas y afectivas.
Nos puede atemorizar desnudarnos emocionalmente y dar pie a que el otro entre en mi zona privada y la desordene, y la rompa y/o la desvalorice. Sin embargo, también existe otra cara de la moneda; que al expresar lo que sentimos y lo que necesitamos sin mascaras, nos demos las oportunidad de ser respetados y apreciados por lo que realmente somos.
¿Te gustaría intimar para construir relaciones afectivas de apoyo y confianza?




